Pollo Katsu

Reúne los ingredientes.

Corta el repollo en dos y quítale el centro. Rebánalo tan finamente como sea posible.

Corta la pechuga de pollo por la mitad, como un pan de hamburguesa para que así tengas dos chuletas más delgadas de cada pechuga.

Prepara tu estación de rebozado. Vas a necesitar tres platos llanos. Coloca la harina en uno de los platos. Añade una pizca de sal y un poquito de pimienta recién molida. Mézclalo todo.

Coloca el panko en el tercer plato.

Vierte los huevos en otro plato. Bátelos con un tenedor.

Coloca las chuletas en la harina, una a la vez. Dales varias vueltas, dándole unas palmadas a la harina para que se recubran por completo.

Quítale un poco de la harina, luego pon el pollo en los huevos. Dale varias vueltas para que se recubran por completo en el huevo.

De los huevos, pasa al panko. Presiona la chuleta contra el panko para que se cubra bien.

Calienta cerca de 2 cm de aceite de maní en una cacerola pesada a fuego alto.

El aceite está suficientemente caliente cuando chisporrotea con rapidez una vez que el panko le salpica. Coloca una o dos chuletas en el aceite y fríelas hasta que estén bien doradas por un lado. Voltea las chuletas con cuidado y fríelas de nuevo hasta que estén bien doradas por el otro lado.

Si vas a usar el arroz integral, este es muy fácil de calentar en un sartén. Revuélvelo con un poco de agua a fuego alto y cocínalo hasta que el agua se le seque.

En un bol pequeño, combina todos los ingredientes de la salsa y mézclalos bien.

Corta las chuletas y sírvelas sobre el arroz y el repollo picado, con una rebanada de limón y unas gotas de la salsa tonkatsu.